Las importaciones brasileñas han aumentado más de tres veces en la última década. El crecimiento fue del 361,77% al comparar los datos de 2012 con los de 2003, según la Asociación de Comercio Exterior de Brasil (AEB). Estas estadísticas demuestran que el país está cada vez más abierto a las negociaciones con otros países, pero también ha aumentado la preocupación por la defensa de la producción nacional.

La presencia masiva de productos importados en el país puede generar una competencia desleal con la industria brasileña. Los números de la Organización Mundial del Comercio (OMC) muestran que el gobierno está atento a proteger lo que se produce aquí. En su último informe presentado al G-20, la entidad informó que Brasil lidera el número de solicitudes de investigaciones antidumping en el mundo, con un total de 18.

“La apertura de investigaciones no significa que se compruebe la práctica de dumping”, afirma el vicepresidente ejecutivo de la AEB, Fábio Faria. El dumping consiste en exportar productos a precios por debajo del costo de artículos similares en el mercado brasileño. Es una acción que busca eliminar la competencia y conquistar el mercado. Brasil sospecha que sus socios comerciales estén haciendo precisamente eso al enviar sus productos aquí, países como Corea del Sur, Tailandia, China, Sudáfrica, Ucrania y Estados Unidos.

El Departamento de Defensa Comercial (Decom), un órgano adscrito al Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, es responsable de investigar las sospechas y determinar el destino de los procesos. Según la AEB, el 48% de las solicitudes generan un proceso y la mitad de ellas resultan en una sobretasa para que el producto ingrese al país. Por lo general, las solicitudes de investigación se refieren a productos industrializados como neumáticos, tubos de acero, botellas térmicas y vajilla, entre otros.

A principios de 2013, el decreto 1.602/95, que regula las investigaciones antidumping, se actualizó para agilizar los plazos. Antes, los procesos podían permanecer en análisis durante 15 meses, hoy, el Decom tiene hasta 10 meses para avanzar en las solicitudes. “Brasil cumple fielmente las reglas establecidas en el acuerdo antidumping de la OMC”, afirma Faria. Para él, el nuevo plazo puede no significar agilidad. “En algunos casos, se cumple esta meta, pero a veces se demora más debido a las peculiaridades de cada caso”, dice.

Diferencias entre antidumping y salvaguarda.

“La aplicación de medidas antidumping no puede ser considerada como una medida proteccionista, pero dependiendo de cómo se aplique, puede ser vista como tal”, comenta Faria. Tanto las medidas antidumping como las de salvaguarda protegen a los productos nacionales, pero con diferencias en su aplicación. Mientras que la primera tiene como objetivo principal combatir prácticas desleales, en el caso de la segunda, las relaciones comerciales, que son legales, se ven restringidas debido a que causan daños a la industria nacional.