La crisis en la Eurozona y la preocupación por el crecimiento serán los temas principales durante la visita de Estado de dos días a Francia, iniciada el martes, de la presidenta Dilma Rousseff.
Después de una ceremonia de bienvenida, el presidente francés François Hollande y Dilma Rousseff inaugurarán un “Foro del Progreso Social”, cuyo objetivo es “colocar nuevamente el crecimiento en el centro del debate público mundial”.
Hollande recibirá a su homóloga brasileña en el Palacio del Elíseo. Luego de su reunión bilateral, ambos presidentes darán una conferencia de prensa y participarán en una cena de Estado.
La crisis económica en la Eurozona, la cooperación bilateral y temas internacionales, como la situación en Siria y Medio Oriente, serán algunos de los temas a tratar, según la diplomacia brasileña.
Durante la mañana, Dilma Roussef se reunió con el presidente de la Asamblea Nacional francesa, Claude Bartolone, y durante su visita tendrá encuentros con el presidente del Senado, Jean-Pierre Bel, y con el alcalde de París, Betrand Delanoë.
La presidenta brasileña también dará una conferencia de prensa en la sede de Medef, la principal asociación empresarial francesa.
En el foro organizado por la Fundación Jean Jaurès y el Instituto Lula, que también contará con la presencia del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Dilma reafirmará sus críticas al modelo europeo de ajustes y defenderá la experiencia brasileña de estímulos al crecimiento para hacer frente a la crisis.
La visita de Dilma Rousseff a Francia “representa una diplomacia económica y política de Brasil”, pero también puede tener “repercusiones para la asociación estratégica entre la Unión Europea y el Mercosur”, afirma Carlos Quenan, del Instituto de las Américas.
“Se trata de aumentar la atracción de inversiones y mitigar ciertas tensiones de tipo proteccionista que bloquean la asociación UE-Mercosur”, añadió el analista, antes de señalar que “estamos en un mundo en crisis en el que pueden prevalecer la guerra de divisas y el avance de las políticas proteccionistas”.
“Aunque los efectos directos de la crisis europea en América Latina no son importantes hasta ahora, si ésta se agrava, el impacto puede ser grande, y existe una preocupación en Brasil, que no logra recuperar el crecimiento” (1,03% este año). Existe el temor de un choque financiero en los países europeos más delicados (España, Italia)”, destacó Quenan.
El proceso de licitación brasileño para 36 aviones de combate, en el que compiten empresas de Francia, Estados Unidos y Suecia, no está mencionado en la agenda de la visita presidencial, pero sin duda será abordado.
El lunes, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia destacó “la calidad de la asociación, en particular el respeto a la transferencia de tecnología”, pero al mismo tiempo subrayó que “es una decisión soberana de Brasil”.
El miércoles por la tarde, Dilma Rousseff viajará de París a Rusia.
