El director del Departamento de Asuntos Comerciales del Ministerio de Agricultura, Benedito Rosa, destacó la importancia de la aprobación de la propuesta por parte de la Cámara de Comercio Exterior (Camex) para formar parte de las negociaciones del acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea (UE). Esta propuesta ayudará a expandir las exportaciones del sector agropecuario brasileño, que alcanzó el récord de US$ 95,6 mil millones el año pasado y representó el 7,5% del comercio mundial de productos agrícolas.

La propuesta brasileña se integrará a la de los demás países miembros del Mercosur y se espera que esté lista para finales de noviembre. La expectativa es que las exigencias y adopciones del gobierno brasileño estén en línea con las de los europeos, quienes han pedido más tiempo para finalizar su propuesta agrícola, considerada esencial en el acuerdo.

Es importante destacar el poder adquisitivo de los 28 países que conforman la UE, que gastan alrededor de US$ 120 mil millones al año en alimentos, el principal producto de la economía brasileña. Sin embargo, el mercado brasileño no solo se enfoca en este tipo de inversión, sino también en la importación de tecnología y conocimientos generales para el sector, en los cuales los europeos son excelentes.

Esto se logra a través de la integración y cooperación en áreas de interés para Brasil, como maquinaria y equipos de algunos países europeos. Esto permitirá un mejor acceso para los industriales, agricultores y empresarios brasileños del sector de servicios a los bienes de capital, lo que hará que el mercado sea más actualizado, atractivo y competitivo.

Brasil tiene una participación del 7,5% en el mercado mundial de productos agrícolas y el año pasado exportó US$ 95,6 mil millones. A pesar de estos números positivos, el país tiene un gran potencial para expandir aún más su participación en el comercio internacional y aumentar la producción, generando ingresos, empleo e impuestos.

A principios de noviembre, los ministros Fernando Pimentel (Desarrollo) y Luiz Alberto Figueiredo (Relaciones Exteriores) se reunirán en Bruselas, Bélgica, para dialogar con los europeos. La idea inicial era intercambiar ofertas, pero ahora la expectativa es establecer un cronograma para avanzar en las negociaciones.

Hablando de granos…

Bajo la amenaza de huelga y la indignación de empresarios, el presidente paraguayo, Horacio Cartes, vetó la semana pasada el acuerdo parlamentario que establecía un impuesto del 20% a la exportación de granos en estado natural. La propuesta generó un intenso debate entre los grandes agroexportadores, que se opusieron, y las organizaciones campesinas y populares, que la apoyaron. Con el veto, el proyecto fue devuelto al Congreso.

Esta ley afectaría las ganancias de los empresarios dedicados a la producción y exportación de granos como soja, trigo, maíz y girasol, y permitiría al Estado recaudar alrededor de US$ 300 millones al año. Sin embargo, se llegó a un acuerdo entre las partes para reducir este impuesto al 10% de las ganancias netas. A cambio, y ya aceptado por los poderosos empresarios y multinacionales con los que negocian, se pretende pagar solo el 10% sobre las ganancias registradas después de deducir los gastos.