La Unión Europea ha presentado una demanda contra Brasil en la Organización Mundial del Comercio (OMC) este jueves, cuestionando las medidas proteccionistas adoptadas por el gobierno brasileño, como los impuestos sobre importaciones de productos que van desde automóviles hasta computadoras. Sin embargo, el bloque económico ha insistido en que la disputa no debe afectar las delicadas negociaciones de libre comercio con el Mercosur el próximo año. Brasil es considerado el país más proteccionista entre las veinte economías más grandes del mundo, conocido como el G-20.

El país ocupa el puesto 67 en el Índice de Apertura de Mercado (OMI), que evalúa a 75 economías. En el ranking publicado en junio por la Cámara Internacional de Comercio (ICC), Brasil es el peor clasificado tanto en el G-20 como en los BRICS (bloque de países emergentes compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Detrás de Brasil se encuentran países como Kenia, Pakistán, Venezuela, Uganda, Argelia, Bangladesh, Sudán y Etiopía.

Según la UE, las políticas fiscales de Brasil discriminan a los fabricantes extranjeros, lo que viola las normas internacionales de comercio. La queja se centra especialmente en la exención de impuestos del sector automotriz, otorgada a las empresas que producen vehículos en territorio brasileño. Además, cuestionan las medidas fiscales sobre otros bienes, incluyendo computadoras y semiconductores.

La queja presentada por la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, da inicio a un largo proceso en la OMC. En primer lugar, la UE y Brasil tendrán 60 días para resolver la disputa a través de negociaciones. Si fallan, la UE puede solicitar a la OMC que forme un panel de expertos en comercio para pronunciarse sobre la disputa.